Uno de los animales más curiosos que nos podemos encontrar en nuestros buceos es Alicia mirabilis.
Alicia, un animal de cuento
No os voy a contar ninguna historia de Carrow, aunque no deja de ser una maravilla Alicia mirabilis, ese animal bentónico, esto es, que vive en el sustrato o fondo, que pertenece al grupo de los cnidarios y que se caracteriza porque muta en su aspecto, apareciendo de día encogida y formando una suerte de pelota llena de vesículas mientras que en la oscuridad muestra todo su esplendoroso vestuario natural.

Un cnidario llamado Alicia
Los cnidarios tienen en general una estructura bastante simple y así por ejemplo carecen de órganos diferenciados, no pudiéndose hablar de aparato respiratorio ni excretor. Se presentan bajo dos formas muy distintas: tipo medusa, de hábitos pelágicos y que deambulan libremente a resultas fundamentalmente de las corrientes, y tipo pólipo, que se fijan al fondo donde permanecen durante toda su vida, como sucede con los corales, las anémonas y Alicia mirabilis.

La mutación de Alicia
La Alicia vive pues, en estado sésil, no se mueve y está posada al fondo, agarrada al sustrato duro aunque también se puede encontrar sobre las hojas de posidonia e incluso en fondos detríticos. Tiene un tronco con vesículas, de hasta 20 cms de longitud, y es de coloración variable: gris, verdosa, rosa… De día está retraída, formando una masa esferoide mientras que de noche se abre y muestra sus tentáculos como las ramas de una vistosa palmera. Sus numerosos tentáculos (nada menos que 96) son largos, flexibles y retráctiles pues ante la más mínima amenaza se contraerán y desaparecerán de nuestra vista.
Para los buceadores curiosos es una ventaja su estado sésil pues así se garantiza poder verla con acudir a donde la encontramos y comprobar su increíble mutación dia/noche, como un ejemplar que pudimos ver recientemente en aguas de Ibiza, donde nos desbordará la cantidad de buenas inmersiones a lo largo de toda la isla.

Alicia mirabilis, ver pero no tocar
Como los demás cnidarios, este tipo de actinia se hace con sus presas empleando las células urticantes que recubren su cuerpo, fundamentalmente los tentáculos por lo que no debemos tocarlas en ningún caso sino que contemplaremos a estos curiosos animales desde una distancia prudencial. Como sabéis los seres que podamos encontrar en nuestro litoral muy rara vez por no decir ninguna supondrán una amenaza para los buceadores si no hay una previa imprudencia por nuestra parte.
