Bajo el mar se abre ante nuestros ojos un paisaje colorido que en ocasiones nos recuerda un florido y tapizado jardín. Pero las cosas no siempre son lo que parecen.
Diversidad de formas bajo el mar
Las características físicas del medio submarino permiten la existencia de formas de vida animal que tendemos a identificar visualmente con sus semejantes terrestres de plantas y otros vegetales.
La densidad del agua permite que a través de las corrientes viajen nutrientes que alimentan numerosos animales invertebrados que de este modo no necesitan salir de casa para llevarse la comida a la boca, permaneciendo indolentes agarrados al fondo como si de una planta o un musgo se tratara.

Parecen flores pero son animales
Cuantas veces nos ha maravillado el espirógrafo que con sus bonitos colores asemeja una delicada flor pero que sin embargo es un gusano que vive dentro del tubo calcáreo que él mismo fabrica y del que muestra únicamente el penacho branquial con el que no sólo respira sino que también atrapa partículas alimenticias filtrando el agua.
La esponja, un animal muy activo
Otro de los grupos que generan confusión son las esponjas, que tapizando rocas y fondos duros nos sugieren una colorida cobertura vegetal pese a tratarse nuevamente de unos primitivos animales filtrantes con su estructura trepanada de conductos y canales por los que circula el agua para ser convenientemente filtrada y así alimentar el organismo.

Medusas y arbustos
Un grupo muy amplio lo forman los cnidarios, que se caracterizan por poseer células urticantes (cnidocitos) y que se presentan en forma móvil de medusas o la que aquí nos interesa, en forma sésil de pólipo y colonia.
De entre estos, los hidrozoos parecen hierbas por la forma plumífera de sus pólipos mientras que los antozoos (o animales flores que viene a significar) se distribuyen por el fondo como un jardín subacuático de aspecto arbustáceo como los corales y paramuriceas (antozoos octacorolarios) y en forma de plantas como las anémonas (antozoos no coloniales) que provistos de urticantes tentáculos atrapan incluso pequeños peces para alimentarse.

Los que no son buceadores ni tienen conocimientos biológicos se maravillan y sorprenden de estas similitudes entre invertebrados marinos y vegetales terrestres y los buceadores, que a veces partimos de cero, vamos aprendiendo poco a poco estos secretos de una naturaleza siempre misteriosa y generosa en biodiversidad.