En Calabardina tuvimos un encuentro con uno de los peces más raros que podamos observar los buceadores en inmersión: el rape.
Salimos a bucear en Calabardina, ese rincón de esencia mediterránea en el litoral de Águilas. Era una jornada tranquila para disfrutar del mar otoñal y las mañanas soleadas que hay que aprovechar para intentar sumergirnos. Ibamos, como muchas otras ves, sin un rumbo claro pero con la disposición a lanzarnos al agua en cualquier punto que reúna las características de una inmersión sencilla, de no más de 20 ó 25 metros de profundidad que combinara un fondo en el que pudiera haber algo de roca para así tener más posibilidades de encontrar vida.

Y dicho y hecho, nos lanzamos al agua y comenzamos un descenso relajante, dejándonos levitar en el azul de este litoral siempre acogedor. El agua está perfecta, a 19º por lo que con el traje húmedo y una camiseta de neopreno, o bien con el semiseco, es más que suficiente para disfrutar de una hora de inmersión.
Encuentro con un rape
Pero al poco de iniciar nuestro recorrido algo que se movió en el fondo nos llamó rápidamente la atención y nos acercamos para comprobar que teníamos delante de nuestras narices nada menos que un rape de considerable tamaño, un ser extraordinario que muy pocas veces podemos observar los buceadores en nuestras inmersiones.

A primera vista parece uno de esos animales casi fantásticos de los fondos abisales que encontramos en los documentales ,destacando sobre todo una gran cabeza, ancha y plana en la que se acentúa también una enorme boca con numerosos colgajos a nivel de los bordes y con una aleta dorsal en la que llaman la atención los radios libres y alargados.
El rape, un maestro del engaño
De hecho, este pez, voraz cazador como el mero, es una muestra clara de la habilidad que desarrollan algunas especies para camuflarse y desarrollar técnicas de caza. El rape tiene en la punta del primer radio un apéndice que va zarandeando delante de su bocaza, simulando que se trata de un gusano que atrae poderosamente la atención de otros peces que, hipnotizados por el señuelo y sin delatar la presencia de su propietario, magistralmente camuflado, se acercan a comerlo y se encuentran en cambio con que son engullidos por la enorme boca del rape que desplaza hacia delante a velocidad de vértigo.

Y así prácticamente nos quedamos toda la inmersión, viendo este curiosísimo pez que a decir verdad se hizo visible a nuestros ojos por el sólo hecho de haberse movido un poco pues de otro modo probablemente hubiésemos pasado encima de él sin haberlo visto como seguro que habrá pasado en alguna otra ocasión.
2 comentarios en «Buceamos con el rape en Calabardina»
Hola Rafa, me llamo Javier y vengo a felicitarte por tu trabajo. Me he leído tu entrevista en topbuceo.net y me ha encantado. Esperando a verano para comprar tu guía de buceo de la Costablanca, un afectuoso saludo.
Hola Javier, gracias por tu comentario y por seguir el blog de buceo y snorkel. Espero que puedas disfrutar de los excelentes puntos de snorkel que tenemos en la Costa Blanca y que aparecen en la guía. Buen azul y hasta pronto!