Buceo bajo corriente

Buceo bajo corriente

Corrientes y mareas son  dos aspectos meteorológicos que influyen a la hora de abordar la realización de una inmersión, aunque cada uno en diferente medida pues en estas latitudes del mediterráneo es  pequeña la acción debida a las mareas.

Las corrientes se producen por la influencia del viento, por diferencias de temperatura en el agua e incluso por la orografía del fondo y, aunque si bien no suelen formarse fuertes corrientes por la zona, ello no impide que en ocasiones así sea, por lo que habrá que estar atento, ya en superficie y antes de iniciar la inmersión, de la posible existencia de corriente, de su dirección y  de su fuerza o intensidad.

 

Con corrientes fuertes mejor no bucear

 

Como sabemos,  la presencia de una corriente leve que permita el buceo, aconsejaría comenzar la inmersión en su contra, para que el esfuerzo inicial sea cuando estamos menos cansados, tenemos más aire y nos alejamos del punto de inicio, de modo que el regreso sea más cómodo y seguro haciéndolo a favor de la corriente.

Por otro lado, corrientes fuertes pueden hacer la inmersión incómoda y peligrosa, así que en esos casos mejor no bucear. Como decía aquel, quien lucha contra la corriente puede acabar electrocutado jeje.

Podemos comprobar en superficie la fuerza y dirección de la corriente tirando un cabo con un mosquetón (por ejemplo el que utilizamos para amarrar el equipo en el agua) y ver que inclinación toma respecto a la vertical, de modo que si es mayor de 45º indicaría la presencia de fuertes corrientes. También podemos lanzar un cabo que flote por la borda y ver su desplazamiento.

Las gorgonias están en zonas de cierta corriente

 

En general corrientes de más de un nudo pueden impedir el buceo y deberíamos dejar la inmersión para otro día.

En cualquier caso, si la corriente es buceable podemos dejar amarrada a la embarcación  y a la deriva, una boya con un cabo de unos 50mts para que en su caso podamos asirnos a él si al finalizar la inmersión no encontramos el ancla y hubiera que ascender por las proximidades.

Hay que recordar que si la corriente nos sorprende ya durante la inmersión, suele ser más floja cuanto más pegados vayamos al fondo.

Respecto a las mareas, simplemente señalar que como sabemos, son diferencias periódicas en el nivel de las  aguas del mar debidas a la atracción del sol y la luna y que en esta parte del Mediterráneo no son significativas generando en su caso variaciones de poco más de medio metro.

Preferimos la mar como una balsa

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