En Xàbia podemos hacer un montón de inmersiones, muchas de ellas desde costa o de infantería, esas que comienzan y acaban en una playa, donde nos pertrechamos del equipo y cargamos con él unas decenas de metros deseando introducirnos cuanto antes en el líquido elemento para que la flotabilidad se encargue de aliviarnos de tan pesado complemento.

Buceo de infantería en la cala Barraca de Xábia
La playa elegida es la Cala la Barraca, frente a la isla del Portitxol en Xàbia. Una de las maravillas naturales de este privilegiado litoral.
El día está completamente radiante, un cielo diáfano permite al sol seguir templando el agua, que dentro de nada irá subiendo de temperatura de semana en semana. La mar está tranquila como un plato de sopa y además la visibilidad es considerable, sobre todo a poca profundidad.
Un buceo relajado rodeados de vida
El cuerpo y el alma se alegran de sumergirse, comienza la inmensa paz interior que nos acompañará durante toda la navegación submarina, acompañados por el vaivén de pequeños peces que se afanan en construir sus nidos para la inminente puesta; son los de la familia de los tordos, que van llevando en la boca pequeñas hebras de algas que van acumulando a modo de colchón.

Vamos avanzando y ganando profundidad y cuando estamos muy lejos de la costa, sobre los -20mts de profundidad, encontramos los restos de grandes anclas centenarias prácticamente irreconocibles dada la cantidad de incrustaciones que las cubren y que las perfilan como formaciones rocosas del fondo.
Hemos navegado una gran distancia por lo que tenemos que comenzar a regresar hasta el punto de inicio pero disfrutando igualmente del trayecto ya que en el buceo muchas veces el camino es la propia inmersión.
