Quieres bucear en un pecio de 2000 años?
Y poder contemplar, en su estado y posición original, innumerables ánforas que formaban parte de su carga cuando se hundió este barco romano a mitad del siglo I d.C.
Bou Ferrer, un pecio milenario
Pues esta interesante posibilidad, la de sumergirse en los restos del famoso Bou Ferrer es la que se nos abre a los que se apresuren a reservar su plaza para las inmersiones organizadas por el centro de buceo Alisub, que colabora aportando su infraestructura por lo que las salidas son desde su base en el club náutico de Vila Joiosa, donde tan buenas rutas de snorkel encontramos.

El pecio, de unos 27 metros de eslora, se encuentra posado en un fondo blando, escorado de babor y a una profundidad de entre 26 y 23 metros. Allí podremos contemplar numerosas ánforas (se estima que lleva alrededor de 2.500 de estos peculiares recipientes) en las que, en su día, se transportó la valiosa carga de esa pasta de pescado conocida como garum con la que condimentaban numerosos platos.
Buceo en el Bou Ferrer, una experiencia única
La experiencia es totalmente recomendable. Como también lo es que los que quieran descender allí tengan un buen control de la flotabilidad, dada la fragilidad de la carga y la componente arenosa del fondo, que ante un aleteo descontrolado enturbiaría el agua con la consiguiente disminución de visibilidad. Los interesados tienen que tener titulación de buceo avanzado o 2 estrellas, seguro en vigor y un mínimo de 35 inmersiones registradas.

Este interesante proyecto está promovido por la Conselleria de Educación, Cultura y Deporte; la Universidad de Alicante, que aporta los arqueólogos y técnicos subacuáticos; por el Ayuntamiento de La Vila Joiosa y por el Club Náutico de la localidad, que cede sus instalaciones
Bou Ferrer, buceo en la historia
Encontrarse cara a cara con este trozo de historia es bucear en el pasado, sumergirse en un museo milenario sorprendentemente conservado bajo el agua que ha mantenido incluso parte de la estructura de madera de la embarcación. Es una experiencia irrepetible que no os tenéis que perder para conocer, en primera persona, algo extraordinario de la riqueza arqueológica de nuestro litoral.
