La cala de La Barraca es uno de esos marcos pintorescos que tanto abundan en el litoral de Xábia, verdadero bouquet de puro mediterráneo.
Allí enfilamos para esta nueva inmersión. Aunque de buena mañana había algo de bruma, la mar estaba como un plato de modo que a preparar el equipo de buceo con toda la tranquilidad que nos permiten estas fechas en las que no tenemos los agobios veraniegos de intenso calor y masificación turística.
Frente a la cala de la Barraca destaca la Isla del Portitxol , que se erige como permanente vigía rocoso que tantas satisfacciones nos ha proporcionado en multitud de inmersiones. Estamos bastante cerca de otra isla muy conocida, la del Descubridor.

Pero esta vez nos quedaremos en aguas menos profundas. Tras entrar en el agua nadamos un poco por superficie a fin de coger algo de profundidad para luego comenzar el descenso. El fondo de roca limpia da paso a otro tapizado de abundancia de algas y vegetación.
Los caminos sumergidos de Xàbia
Encontramos lenguas de roca que nos hacen fácil seguir un camino bien definido y que nos muestran mil recovecos y otros tantos motivos para fijarnos y encontrar variada fauna como pulpos e incluso alguna langosta, sorprendente dada la poca profundidad que alcanzamos, no más de -15mts.
Durante todo el recorrido son habituales los cardúmenes de sargos y de salpas y sólo, a tras 30’ de inmersión el fresquito de nuestra permanencia bajo el agua nos forzará a invertir el camino y regresar al punto del inicio, dejándonos una placentera sensación y la satisfacción de haber disfrutado una jornada casi primaveral en pleno otoño.
