Hoy hablamos de buceo en Xàbia, más concretamente dentro de la Reserva Marina del Cabo de San Antonio y que tras obtener el necesario permiso de buceo, podemos llevar a cabo esta vistosa inmersión llena de variedad y colorido.
Un modo cómodo de realizarla y aprovechando la existencia habitual de cierta corriente en la punta del Cabo de San Antonio, es a la deriva, esto es, los buceadores se lanzan desde la embarcación y, aprovechando la corriente, van a favor de ella hasta el momento de ascender a superficie en que son recogidos por el barquero. De este modo, podemos comenzar la inmersión poco antes de llegar a la que, saliendo de Xàbia, sería la primera ensenada que encontramos nada más girar el Cabo de San Antonio, para casi con toda probabilidad finalizar pasado el cabo, fuera ya de la zona de reserva.
Lo primero que llama la atención es la gran cantidad de enormes piedras que dispuestas de forma caprichosa crearán infinitos pasadizos y juegos de luces que también aprovecharán los fotosub. La gorgonia blanca se distribuye a lo largo de todo el recorrido que, en tanto la corriente lo permita, haremos paralelo a la pared, dirección a la punta del cabo, rumbo SE, distanciándonos de la pared en función de la profundidad que queramos conseguir aunque entre los 12 y 19 metros está lo más interesante.
En temporada, cuando el agua está algo fría, es bastante habitual encontrar algún gran crustáceo que como la zapatilla se posa en la roca, con lo que consigue casi un perfecto camuflaje. Como os decía y en función del aire disponible podemos llegar incluso a girar la punta del cabo, siendo ahora el rumbo SO, para finalmente ascender indicándolo con la boya DEC al barquero. En otro caso tendríamos que ascender por la boya por la que descendimos al comienzo de la inmersión.