El buceador suele mostrarse muy respetuoso y considerado con el medio marino… pero a veces no es así.
No nos estamos refiriendo a ninguna aparición espectral de un submarinista en las profundidades ni a ningún superhéroe subacuático.
El buceador fantasma es una expresión que circula por ahí y que viene a significar la actitud que todo buceador debería adoptar para conseguir minimizar su presencia en el mar durante sus inmersiones. Se dice que el buceador adopta un comportamiento activo cuando se sumerge, tocando la vida marina -ya sea involuntariamente como cuando con el aleteo golpeamos especies como gorgonias, ascidias etc.,- ya sea con toda la conciencia del mundo como cuando intentamos tocar y hacernos amigos del sufrido pulpo de turno o alterando la disposición de elementos que hay en los fondos; y que esto nos debe hacer tomar conciencia para cambiar nuestra actitud y pasar a ser buceadores fantasmas que se limiten a observar el ambiente y entorno subacuático.

Pero ser activo tampoco está nada mal, como cuando contribuíamos a limpiar los mares de la basura y restos que desgraciadamente encontramos en nuestras inmersiones.
Sin duda el buceador es un aliado de la vida marina que se queda deslumbrado de la belleza de los fondos y que disfruta con su mera contemplación, sin necesidad de tocar nada ni fastidiar. Así creemos que son la mayoría de los buceadores.

Pero esta actitud hay que conjugarla con la mera satisfacción de bucear, con la inigualable sensación de ser ingrávidos y de volar sin límites. De hecho muchas veces necesitamos bucear como simple acto de sumergirnos y respirar bajo el agua. Nos reconforta, nos hace sentir mejor, nos relaja… y si encima la visibilidad es buena, el paisaje bonito, la vida diversa y abundante y si las especies permiten acercamientos, pues muchísimo mejor.
Tenemos que ser buceadores fantasmas en tanto a limitarnos a contemplar y evitar dañar el fondo o los moradores del mar. Pero tenemos que estar bien vivos y activos para disfrutar de cada ocasión, siempre extraordinaria, de sumergirnos y dar vida a nuestros sueños.
