Cada vez son más los centros de buceo que nos ofrecen la posibilidad de bucear con nitrox. Las mezclas respiratorias de gases diferentes al aire atmosférico son ya muy populares y aportan ventajas claras aunque también conllevan algunas limitaciones.
Como sabemos, las botellas de buceo se cargan de aire atmosférico filtrado, esto es, de la mezcla fundamental de tres gases en la proporción en que se encuentran en el ambiente: nitrógeno en un 79%, oxígeno en un 20’97% y dióxido de carbono en un 0’03%. Hay que recordar ahora que la presión parcial máxima de oxígeno que podemos respirar sumergidos es de 1,4 atmósferas por lo que con aire atmosférico se alcanzaría a una profundidad de unos 56 mts, bastante más de los 40 mts que como máximo podemos alcanzar en buceo deportivo.
Nitrox no es otra cosa que cualquier mezcla de gases de oxígeno y nitrógeno, de modo que el aire que respiramos normalmente en nuestra inmersiones es nitrox, lo que sucede es que para diferenciarlo del aire atmosférico reservaremos la denominación nitrox para aquellas mezclas en las que se reduzca la cantidad de nitrógeno y se aumente en la misma proporción la de oxígeno. Y para conocer las concentraciones de estos gases en la mezcla utilizaremos las siglas AEN (aire enriquecido nitrógeno) o EAN (equivalente en inglés) seguidas del valor del porcentaje de oxígeno, de modo que AEN 32 es una mezcla de oxígeno y nitrógeno en la que el primero, en vez de estar a un 20’97% está a un 32% por lo que el nitrógeno está prácticamente a un 68%.
Las ventajas de esta mezcla es que en cada bocanada de aire sumergidos introducimos menos nitrógeno en nuestro cuerpo y por tanto para una misma profundidad aumentaría sensiblemente el tiempo de inmersión sin necesidad de hacer paradas de descompresión. Pero en contrapartida y teniendo en cuenta la toxicidad del oxígeno a partir de 1,4 atms de presión parcial resulta que con esa concentración del 32% se alcanzaría la PpO a los 33 metros de profundidad, con lo que el nitrox reduce nuestra profundidad operativa máxima.
En conclusión, el nitrox es una opción muy interesante para buceo en profundidades medias como en el pecio Nalón de Mazarrón por ejemplo, y en aquellas situaciones en las que vamos a bucear intensivamente en poco tiempo, como cuando nos pasamos una semana haciendo un par o tres de inmersiones al día, pero no es una mezcla adecuada en modo alguno para buceo profundo.
