Hace poco, un amigo al que le estaba haciendo un bautismo de buceo me preguntó la razón de ver mal al sumergirnos sin gafas de bucear.
Grosso modo, la explicación es la siguiente: los rayos de luz se transmiten en línea recta en la atmósfera aunque cuando se encuentran en su trayectoria con otro medio con diferente densidad, se produce un desvío en el rayo. Así, cuando llega recto por el aire hasta el ojo, como éste tiene una densidad superior a la del aire (y que prácticamente coincide con la del agua de mar) se produce un desvío con la consecuencia de que se forma la imagen en la retina y vemos correctamente. Bajo el agua, el rayo de luz que penetra al llegar al ojo, si no llevamos gafas de bucear, no nota casi ninguna diferencia de densidad entre ambos medios y entonces no se produce el necesario desvío para ver bien por lo que la imagen no se forma en la zona correcta del ojo ni es interpretada adecuadamente por nuestro cerebro: falta el desvío que supone el paso de la luz de un medio aéreo a uno acuático.

Pero la solución es bien sencilla: crearemos una cámara de aire alrededor de los ojos para que así se produzca este desvío y poder ver con nitidez. Esta función es la que cumplen las gafas de bucear, que nos permitirán ver bien bajo el agua. Pero conseguir este resultado no es gratuito ya que todo lo veremos algo distorsionado pues las cosas nos parecerán más grandes y más cercanas de lo que realmente son. Así todo nos parecerá 1/3 más grande (el pez de 1 metro se nos presentará con casi metro y medio, tal vez aquí resida la explicación de la tópica exageración de los buceadores que dicen ver peces más grandes de lo que lo son) y ¼ más cerca (de modo que lo que se encuentre a 4 mts nos parecerá que está a sólo 3 mts.).
Por eso también los buceadores que tienen algo de miopía se quedan gratamente sorprendidos en las primeras inmersiones ya que al bucear sin gafas graduadas esperan ver mal bajo el agua y se encuentran que ,muy al contrario, ven mejor (más cerca y más grande, justo lo que impide la miopía).

Tal vez llegue el momento en que la ciencia permita que colocándonos unas ligeras lentillas podamos disfrutar de una correcta visión subacuática sin necesidad de gafas. Algunos experimentos desarrollados sobre todo en el ámbito militar apuntan este tipo de soluciones. Mientras tanto podremos seguir contemplando la belleza de los fondos marinos con la ayuda de las pequeñas prótesis que son las gafas de bucear.

1 comentario en «La visión bajo el agua»
Asombrosamente práctico este artículo con relación a la salud de los ojos.
Ojalá encontrar más cosas así en Internet.