No hace mucho y durante una inmersión en aguas de Oropesa pude contemplar un gran ejemplar de escorpa, uno de los peces que más me maravilla, no sé si por su aspecto, por su inmutabilidad o por su gracia para posar, y que afortunadamente podemos encontrar, si nos fijamos bien ya que suelen pasar desapercibidas, en muchas de las inmersiones que hacemos los buceadores a lo largo del año.

Nos referimos a las escorpas de modo genérico, como un tipo de peces entre los que cabe distinguir distintas especies, aunque todas de un tronco común y con morfología y aspecto muy similar. Desde Columbretes hasta Ibiza y todo el litoral Murciano, pasando por los inmensos arenales del litoral de la provincia de Valencia, el buceador observador podrá encontrar sin gran dificultad estos peculiares peces
El mayor de ellos, el cabracho (Scorpaena scrofa) llega a superar los 50 cms y como signo distintivo cuenta con lóbulos en el mentón y carece de mancha negra en la aleta dorsal. Es más fácil encontrarlo por debajo de los -20 mts, preferentemente sobre fondos rocosos.

El rascacio (Scorpaena porcus) no suele superar los 25 cms, carece de lóbulos en el mentón y también de mancha negra en la aleta dorsal. Su hábitat favorito son los fondos rocosos tapizados de algas y los podemos encontrar a todas las profundidades.
Finalmente, la escórpora pequeña (Scorpaena notata) tiene como mucho unos 18 cms, cuenta con mancha negra en la aleta dorsal y carece de lóbulos en el mentón. Son habituales en fondos arenosos y fangosos y también en praderas marinas.

Hay que señalar que en función de la zona estos peces pueden ser denominados de un modo diferente por los pescadores y aficionados locales, y así se les conoce también como rascassa, cap roig, polla, escorpina, …